Como ciudadanos mexicanos, estamos obligados a hacer una declaración fiscal al año si no es que varias. A algunos se las hacen sus patrones, otros optan por presentarla de manera voluntaria y muchos otros contratan los servicios de un contador o de un sistema en línea de contabilidad para cumplir con todas sus obligaciones fiscales. Además de la obligación legal que tenemos como ciudadanos de contribuir para el gasto público del país establecido en la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, muchos nos preguntaremos, ¿Cómo beneficia mi contribución al crecimiento de México? Para responder esta pregunta debemos analizar algunos datos importantes.
De acuerdo a los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México está en la posición número 34 de 34 países miembros en términos de impuestos recaudados como porcentaje del PIB, es decir, último lugar. El último dato que se tiene de todos los países miembros es del año 2012 y señala que en México este indicador es del 19.6% comparado con el 33.7% promedio de todos los países miembros.
Esto quiere decir que nuestra recaudación de impuestos es la más baja dentro de esos 34 países que conforman la OCDE, países como Polonia, Corea y Chile, por mencionar algunos, tienen un porcentaje de recaudación mayor al de México. Quizás podríamos pensar – en Chile o en Corea, la tasa de impuestos es menor y por eso pagan sus impuestos – pero la realidad es que en estos países la tasa de impuesto sobre la renta es muy similar a la de México e inclusive un poco más elevada.
De hecho, México es uno de los países con menores tasas impositivas dentro de ésta organización. Si además de las bajas tasas agregamos el componente de evasión fiscal que se observa en el porcentaje tan bajo de impuestos recaudados sobre PIB, tenemos una combinación muy negativa que nos lleva a un bajo crecimiento económico.
El crecimiento promedio anual del producto interno bruto del 2002 al 2012 en México está apenas por encima del 2%. Polonia, Corea y Chile, por el contrario, han crecido por encima de 4% en el periodo de 2002 al 2012. No podemos concluir que el hecho de que tengan un porcentaje de recaudación sobre el PIB mayor que el de México se transmite en un mayor crecimiento económico, pero sin duda tiene un impacto importante que nos deja en desventaja en temas como inversión en infraestructura, educación, seguridad y servicios de salud.
México y Chile son dos países en los que la recaudación fiscal está concentrada en más del 80% en sólo dos impuestos, el impuesto sobre la renta y los impuestos sobre bienes y servicios, algo que no ocurre en otros países de Latinoamérica. Ambos países comparten además otra característica, en ellos las contribuciones sociales tienen un bajo impacto en la recaudación fiscal, pero en especial los impuestos a la propiedad son los que menos impactan en los ingresos fiscales, más en el caso de México. Si lo analizamos por lo tanto con esta visión, evidentemente lo que no funciona en México y es la razón por la que los ingresos fiscales son tan bajos, son el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre la propiedad.
Otro dato importante que podemos observar es el número de personas en México que hacen una declaración fiscal contra el número de contribuyentes dados de alta ante el registro federal de contribuyentes. En 2012 se hicieron un total de 3,584,788 declaraciones fiscales de personas físicas.
En ese mismo año se tiene un registro de 38,473,767 personas dadas de alta ante el RFC, de las cuales, alrededor de 25 millones son personas físicas asalariadas. Esto se traduce en que menos del 15% de los contribuyentes registrados hicieron una declaración en ese año. Hay que recordar que solamente están obligadas a hacer una declaración fiscal las personas físicas que perciban sueldos y salarios por un monto superior a los $400,000 pesos al año. Aun así, la evasión fiscal en México es una de las más altas a nivel mundial, afectando a todos los mexicanos con niveles menos competitivos de infraestructura, educación y seguridad.
Ahora, también hay que entender que el esquema de retención de los impuestos causados por las personas que trabajan en empresas u organizaciones, hace que los empleados y trabajadores perceptores de sueldos y salarios sean en quienes recae la mayor parte de la carga fiscal del país.
Es posible que esto explique el crecimiento sostenido de la informalidad en las relaciones laborales, que ha llevado a la economía mexicana a una situación en la que, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), poco más de la mitad de la fuerza de trabajo se desempeña en la economía informal.
De esta forma la informalidad no es sólo una causa de la baja recaudación, sino también una consecuencia de la elevada imposición sobre la nómina de empleados y trabajadores de las empresas. Añadiría un dicho, se les carga más a los pocos que ya contribuyen de maner formal, en lugar de incrementar la base de los contribuyentes activos.
Por último, es importante también reconocer que nuestra declaración fiscal no es el factor más determinante en la evolución y el crecimiento de un país. Existe también el otro lado, el gobierno, quien recibe esos recursos y decide en dónde y cómo invertirlos. En ese sentido, también hay mucho que hacer en México, ya que el gasto público determina qué sectores del país reciben más recursos y por lo tanto determina la evolución de cada sector.
Veremos que no sólo es importante el monto o porcentaje más alto, sino la calidad en el gasto. Ejemplo claro es la educación en México, que a pesar de ser uno de los países con mayor gasto en educación en proporción a los demás, es uno de los peores sistemas educativos a nivel mundial. El gasto público en México y en otros países se gasta de la siguiente manera (porcentajes sobre el presupuesto anual):
Como conclusión, creo que el estar al día en tu situación legal lo tienes que ver como un ejemplo a tus hijos, un bien al país, una ayuda para los más necesitados y una inversión en nuestro futuro. Es hora de que nosotros pongamos el ejemplo y llevemos a México a donde todos queremos. También de exigirle a nuestros gobiernos que hagan un gasto inteligente de nuestros recursos.